Clínica Veterinaria Municipal, Mulchén en Mulchen, Negrete
C. Eckers 731, 4530823 Mulchen, Negrete, Bío Bío, Chile
Acerca de la Clínica
La Clínica Veterinaria Municipal de Mulchén es un centro de atención veterinaria ubicado en C. Eckers 731, en la región del Bío Bío. Con una calificación general de 3.8, la clínica ofrece servicios básicos de atención veterinaria, incluyendo aseos para mascotas.
Los horarios de atención indican que la clínica abre a las 9:00 los martes, aunque actualmente aparece como cerrada. A pesar de tener solo 4 reseñas, las opiniones son bastante variadas, reflejando experiencias diferentes de los usuarios.
Algunas reseñas destacan la buena disposición y el agradecimiento por el trabajo que realizan con los animales. Sin embargo, también existen testimonios que señalan problemas en la atención, especialmente hacia personas con recursos económicos limitados.
Es importante considerar que, como clínica municipal, busca ofrecer servicios veterinarios accesibles a la comunidad de Mulchén y sus alrededores. Su objetivo principal parece ser brindar apoyo básico a las mascotas de la localidad.
Los servicios principales incluyen aseos y atención veterinaria básica. Se recomienda verificar los horarios y disponibilidad antes de acudir, dado que la información muestra variaciones en su funcionamiento.
Para quienes buscan una opción económica de cuidado veterinario en la zona de Mulchén, esta clínica municipal puede ser una alternativa a considerar, aunque es aconsejable tener expectativas realistas sobre el alcance de sus servicios.
Galería de Fotos
Reseñas
Más Mencionado
Muchas gracias por lo que hacen por los animalitos
Buena atención y disposición.
Soy de Santiago y mi mamá vive en mulchen. Siempre que puedo envio a mi hermano a dejar medicamentos para donarlos en la veterinaria municipal. Hace poco mi mamá necesitó ayuda por una gata que orinaba sangre y la llevo. Tuvieron un trato prepotente e irrespetuoso hacía ella. Le dijeron Que fuera a un veterinario particular. Mi mamá dijo que no estaría allí si pudiera pagarlo. Al final le dijeron que debía llamar por teléfono para recibir atención, lo cual hizo, jamás le contestaron. Todo esto se realizó en horario en el que ellos atienden. Fue tan decepcionante que mi mamá acudió a mi. Tuve que pagar una teleconsulta veterinaria. Es una lastima que traten así a los tutores con pocos recursos económicos que se preocupan por sus mascotas y buscan por todos los medios ayudarlas.